Recorridas agroecológicas

Del 8 al 12 de septiembre se visitaron los campos de Dole-PEA (Productores Empacadores Argentinos) y finca la La Nina, en las provincias de Entre Ríos (Concordia) y Corrientes, para brindar asesoramiento técnico para la transición agroecológica en sus producciones de cítricos y frutas en general.

El titular de la División de Coordinación del Programa de Reducción de Pérdidas y Valorización de Residuos, Alejandro Booth, explicó que, en los campos de producción mencionados, “el equipo del Central dejó una biofábrica instalada, donde la gente que trabaja en el campo aprende a hacer los biofertilizantes, que ya se encuentran funcionando”.

En La Nina, finca correntina, se está trabajando la lima, lima tahití, el limón, maracuyá y la palta, y se busca que el manejo de cultivares, que ya están implantados, y de plantas que se están por implantar, sean tratadas con recursos locales y de tipo orgánicos, que funcionen como biofertilizantes o como caldos terapéuticos para el control de insectos.

Estos caldos también se realizan con productos naturales, como la ceniza, el aserrín, la cascarilla de arroz, harina de hueso, suero de leche, bosta de vaca, etc. Todos productos que funcionan actualmente en otros tipos de cultivo.

“La idea de la agroecología es desarrollar procesos dentro de las fincas para que se puedan resolver las limitantes de su suelo. Por ejemplo, tenemos una capa muy compactada de unos 30 centímetros de profundidad en los campos de Corrientes y Entre Ríos, y esto lo vamos a resolver con plantas que tienen raíces fuertes y que pueden romper esa capa. De esta manera, se va generando un proceso que es trabajar todo el año en pos de resolver las limitantes”, explicó Booth.

Por otra parte, la finca de Dole-PEA en Concordia cuenta con una plantación de citrus que ya funciona, son plantas grandes que ya están en producción. Con la implementación de la biofábrica y la producción de biofertilizantes propios, y el uso de recursos locales, las plantas responden de manera favorable al tratamiento, lo que deja demuestra la diferencia que existe entre las plantas agroecológicas y las no agroecológicas.

Se identificó que en Concordia hay un tipo de suelo diferente al correntino, más arenoso y muy lavado, que requiere una mejora en el contenido de materia orgánica que recibe ese suelo, lo que llevó a implementar una pastura específica para un lote y el cultivo de servicios en otro lote, correspondiente para total de diez hectáreas.

En este último caso, los cultivos tienen la función de cubrir bien el suelo para evitar erosión y fijar nitrógeno del aire en forma biológica.